El libro relata la historia de una vieja adinerada, que después de diversas situaciones pecaminosas termina haciéndose cargo de su nieta Eréndira, sin embargo, esta termina haciéndose cargo de su sucesora, pues realizaba día con día todas las labores domesticas, desde mantener la lujosa casa en buen estado hasta mantener el aseo de la anciana, la cual, inclusive dormida seguía dando órdenes, a tal punto de hacer dejar a la joven al borde del cansancio domestico.
La historia da un giro radical en el momento en que, cansada por todas las tareas impuestas, la chica deja un candelabro encendido mientras duerme, lo cual trae como consecuencia un siniestro ocasionado por un viento de desgracia proveniente de las afueras de la antigua mansión, destruyendo por completo la totalidad de pertenencias que ambas solían poseer, (incluyendo un avestruz), a excepción de unos cuantos objetos, como un cetro, un trono y un baúl donde la vieja mantenía los restos de su esposo, así como su descendiente.
Decepcionada por la vasta pérdida, la mayor de las mujeres decide cobrarle a la menor por todos los daños realizados, así que decidida a recuperar todo lo perdido, lleva a su nieta a trabajar ofreciendo servicios sexuales a los hombres habitantes del pueblo más cercano, estimando un total de diez años de trabajo a la desdichada Eréndira, hasta llegar el punto donde no hay ningún varón en la aldea que no haya copulado con ella.
Debido al éxito que tuvo su voluptuoso negocio y a falta de clientes, deciden viajar por el desierto hacia pueblos más cercanos, donde poco a poco fue haciéndose famosa la historia de una joven capaz de ofrecer el mayor placer jamás imaginado antes, a quien estuviera dispuesto a pagarlo, llegando al punto de convertirse en una leyenda andante del páramo, lo que llama la atención de un adinerado holandés traficante de joyas, y en especial de su hijo Ulises, quien por la noche decide escapar para ver a la joven y famosa Eréndira, sin embargo, llega después de que han cerrado, mas la joven decide atenderlo sin paga.
Pasados unos días, las dos mujeres son encontradas por unos misioneros, que deciden llevarse a la nieta, alojándola junto a personas de vide religiosa, lugar donde después de gran sufrimiento logra encontrar felicidad, pero solo es momentánea, ya que la obstinada abuela usa sus influencias y dinero para sacarla, aparentemente por voluntad propia y regresarla a su desafortunado empleo.
Mientras tanto, Ulises que no dejaba de pensar en Eréndira, habla con su madre, pues todo el material cristalino que toca se vuelve azul, a lo que esta le comenta que solo puede deberse a que está enamorado, así que roba la camioneta de su padre y sale a buscar a su amada a travez de diversos pueblos, al lograr encontrarla, deciden irse mientras la anciana duerme, sin embargo, al poco tiempo de su fuga, la vieja despierta y apoyada por sus contactos políticos y el padre del joven, terminan asesinando a un camarógrafo que los ayudó a fugarse, además de encontrar a la joven pareja de nuevo y regresar las cosas a como estaban anteriormente.
Estando en un pueblo de camino al mar, un grupo de mujerzuelas sienten envidia por la joven competencia, pues les gana a todos sus clientes, así que irrumpen la carpa donde se encontraba y la sacan atada a su cama por medio de una cadena (para que no escapara de nuevo), dejándola en el centro de la plaza principal, donde es exhibida y humillada.
Finalmente, Ulises escapa de nuevo de nuevo de su hogar en busca de la chica en quien tanto pensaba. Se miran por las noches mientras la abuela duerme y comienza a delirar en sus sueños hasta el momento en que Eréndira le pide dar muerte a su antecesora. Ulises acepta y le regala un pastel envenenado con la excusa de querer disculparse por los daños ocasionados con anterioridad, lo que solamente ocasiona que la anciana quede calva. El segundo intento fue ponerle una bomba en el piano mientras tocaba, lo que resulta en un fracaso pues la desalmada mujer sigue con vida y aumenta la cuenta de su nieta. Cansado de sus intentos fallidos, Ulises toma un cuchillo y se decide asesinar a la bestia con sus propias manos, y así lo logra después de una larga pelea, pues por cada cuchillada, la mujer se hace mas fuerte e intenta ahorcarlo, después de varios intentos, la anciana muere dejando salir de su cuerpo un liquido verde, acto seguido Eréndira escapa sola, abandonando todo.
La historia me pareció tener un final inconcluso, pues no cuenta lo que ocurrió con Erendirá, solamente huir y abandonar a quien logró salvarla de su sufrimiento. Además, una persona normal habría muerto simplemente desde el principio de envenenamiento, es imposible que una anciana a pesar de haber pasado durante días en el desierto haya sobrevivido tanto, inclusive el color de su sangre es extraño, se supone que no debería ser verde,
Dejando de lado dichos, detalles, es una lectura que no debería ser recomendada para todo público, es decir, si un niño llegara a leer el libro podría causarle grandes traumas para toda su vida.
